Ya es de día el sábado por la mañana, y al salir a la calle, como me había dicho mi compañero mexicano, aquello parece un mercado persa, la vida y el bullicio de gente de todo tipo, religión y costumbres, turistas, coches, motos ricksows, bicis, carros...todos circulan por todas partes, sin orden establecido, tienes que andar con mil ojos, para que no te atropelle nada, las tiendas de todo tipo de cosas están por todas partes, hay de todo menos jamón, y yo en principio estoy como en un viaje de ácido, y complétamente en shock, los olores de todo tipo de comida en la calle , se mezclan con los de los urinarios, parece otro planeta...es otro planeta dentro de este. Parece ser que esta es precisamente la zona donde caen todos los mochileros que vienen a la india, y no es precisamente la mejor zona de Delhi. Por la noche me daré cuenta de que es así.
Este día, debido al cansancio y a la diferencia horaria, y también al calor, lo pasamos en el hotel hasta la noche, que hemos quedado con Alvaro, que es el guitarrista que me convenció para esta locura, y quedamos en Conoght Place, para tomar unas chelas, que es como llama el mexicano a las cervezas en el Blues Bar, que a cierta hora es hora feliz, y te dan dos por una, (teniendo en cuenta que la cerveza es la bebida mas cara en Delhi, mas aun que el wisky) no es una mala idea. Después cogemos el metro y nos vamos a un sitio cuyo nombre no recuerdo, pero que para mi es mas familiar, donde hay un centro comercial enorme, y otro tipo de gente muy diferente al que se mueve por Main Bazar, que es la calle donde de momento vivimos, nos vamos a un bar donde los indios y las indias bailan salsa, de una manera increíble, mas adelante me entero que están los segundos mejores después de los cubanos.
Nos tomamos unas cervezas carísimas en un pedazo de terraza preciosa, y saliendo de allí nos comemos un perrito caliente, ya que allí les encantan esa clase de comida basura, y vamos al Rock Café de Dheli, que por cierto, es una maravilla, pero lo que mas me sorprende es que ponen música de los anos 80, y en los otros bares pasa mas o menos lo mismo, es por donde ellos van en música occidental de momento. Ya un poco calientes de cervecita, en torno a las 2 de la madrugada nos toca negociar con el conductor del Autorickchow, que nos llevara a casa de nuevo.
Ya al aire libre descubro una Delhi que empieza a gustarme mas, con un montón de vegetan, y grandes parques que refrescan la noche.
Es mi primera experiencia en este tipo de vehículo, y alucino con la forma de conducir de la gente, además el tipo, a mitad del recorrido, se para, y se pone a mear donde le pillan ganas. Como he dicho antes esto es otro mundo, y existen mas mundos dentro de Delhi.
Este día, debido al cansancio y a la diferencia horaria, y también al calor, lo pasamos en el hotel hasta la noche, que hemos quedado con Alvaro, que es el guitarrista que me convenció para esta locura, y quedamos en Conoght Place, para tomar unas chelas, que es como llama el mexicano a las cervezas en el Blues Bar, que a cierta hora es hora feliz, y te dan dos por una, (teniendo en cuenta que la cerveza es la bebida mas cara en Delhi, mas aun que el wisky) no es una mala idea. Después cogemos el metro y nos vamos a un sitio cuyo nombre no recuerdo, pero que para mi es mas familiar, donde hay un centro comercial enorme, y otro tipo de gente muy diferente al que se mueve por Main Bazar, que es la calle donde de momento vivimos, nos vamos a un bar donde los indios y las indias bailan salsa, de una manera increíble, mas adelante me entero que están los segundos mejores después de los cubanos.
Nos tomamos unas cervezas carísimas en un pedazo de terraza preciosa, y saliendo de allí nos comemos un perrito caliente, ya que allí les encantan esa clase de comida basura, y vamos al Rock Café de Dheli, que por cierto, es una maravilla, pero lo que mas me sorprende es que ponen música de los anos 80, y en los otros bares pasa mas o menos lo mismo, es por donde ellos van en música occidental de momento. Ya un poco calientes de cervecita, en torno a las 2 de la madrugada nos toca negociar con el conductor del Autorickchow, que nos llevara a casa de nuevo.
Ya al aire libre descubro una Delhi que empieza a gustarme mas, con un montón de vegetan, y grandes parques que refrescan la noche.
Es mi primera experiencia en este tipo de vehículo, y alucino con la forma de conducir de la gente, además el tipo, a mitad del recorrido, se para, y se pone a mear donde le pillan ganas. Como he dicho antes esto es otro mundo, y existen mas mundos dentro de Delhi.
