lunes, 23 de mayo de 2011

"Trenes que solo pasan una vez"

Esta historia comienza en un bar cerca de la estación de Entrevías en Madrid, tomando un café antes de de coger un tren que me llevara a la estación de Atocha, donde cogeré un autobús que me dejara en el aeropuerto de Barajas. Son las 9 de la mañana, y todo va sobre lo previsto.

A las 11h, cojo el primer vuelo que dura 5h y que tiene escala en Moscú, donde conozco a un sevillano( el se dirige a Singapur a una convención de robótica) que me invita a un café, en el aeropuerto, donde me llevo la primera sorpresa del viaje...el precio de los cafés es 9 euros, y la ultima vez que estuve en Moscú un café costaba al cambio en rublos unas 10 pesetas; claro, que de eso ya hace 23 anos, y Moscú ahora es una de las capitales mas caras del mundo, y además, todo esta lleno de tiendas y colores como cualquier otro país europeo, ( en 1991, todo era mas gris y apenas existía otro color que no fuese el rojo.

No se que hora es exactamente en Moscú, pero en breve cojo otro vuelo de otras 5h aproximádamente, que me llevara a Delhi, esta vez he tenido mas suerte con Aeroflot, y tengo una pantalla donde puedo ver una película, la ultima que veo en idioma castellano, ya que a partir de ahora tendré que entendérmelas con el poco ingles que recuerdo...

A  las 2 de la madrugada(hora de Delhi) llego a mi destino, donde me espera mi amigo mexicano, que por suerte me vino a recoger con un taxi. La primera sensación de la India que tengo, aunque extraña, es buena, ya que el aeropuerto da una imagen espectacular.

Nos dirigimos al barrio de Pahar Ghanj, que esta muy cerca de New Delhi Station, donde está el hotel en el que nos hospedaremos por unos días.

Este si se parece a la idea de la India que yo mas o menos tenia, el barrio es un autentico caos aunque no hay nadie por la calle debido a la hora que es, pero me dice mi compañero que por el día es un hervidero de gente y trafico por todas partes. nos dejan en el hotel, y acaba mi primera etapa del viaje.



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